En la nueva era del aire “escaso”, surgirá, necesariamente,
una economía del aire. Se establecerán derechos de
propiedad, se pondrá precio a la mercancía y el dinero
cambiará de manos. Un montón de dinero. Como resultado
de la crisis climática, la consagración de estos nuevos
derechos de propiedad ocurrirá pronto. Y entonces los propietarios
del aire van a acumular renta, y esta va a fluir al mercado, al
igual que hoy sucede con la tierra.
Peter Barnes y Rafe Pomerance,
'Pie in the Sky', 2001.
¿Es Kyoto
mejor que nada?
Cada vez que se empieza a vender algo que hasta ese momento había
sido gratis nos exclamamos “pronto habrá que pagar
por respirar!” Hasta ahora había sido una broma, el
clásico recurso de la caricatura. Ya no, el protocolo de
Kyoto está aquí y su mecanismo principal es justamente
ese: vender el aire. Le llaman “comercio de emisiones”
y consiste en el establecimiento de una cantidad fija de permisos
para emitir gases de efecto invernadero, su distribución
y el permitir que sean comerciados.
La idea es que cada país signatario del protocolo se ha comprometido
en reducir sus emisiones de efecto invernadero. Según ésto,
se han repartido cuotas de emisiones entre los estados, fijando
una reducción global de un 5,2% respecto de las emisiones
de 1990. A su vez, cada país reparte sus permisos de emisión
entre sus contaminadores, especialmente las empresas. ¿Y
que hacen los contaminadores con sus permisos? Puede ser que contaminen
por debajo de su límite y entonces se guarden los permisos
para el siguiente año o los vendan en el mercado de emisiones.
También puede pasar todo lo contrario, entonces el que se
ha pasado de sucio puede “limpiar” su nómina
comprando permisos de contaminación a otros que no los han
utilizado. Además, se pueden obtener nuevos créditos
de contaminación a través de los Mecanismos de Desarrollo
Limpio (MDL) o de Implementación Conjunta (IC). Estos consisten
en invertir en planes de reducción de contaminación
en otros países y así "ganar" derechos de
emisión a través de estos proyectos. Los MDL se orientan
a países no signatarios del protocolo, mientras que los IC
solo se pueden dar entre países firmantes. A esto le llaman
“mecanismos de flexibilidad”. Teniendo en cuenta en
que ha consistido la famosa flexibilidad laboral de los años
90, ¿qué se esconderá ahora detrás de
tan elástica expresión?
De esta manera, el protocolo de Kyoto consigue la cuadratura del
círculo: crea un sistema de reducción de emisiones
que sin embargo, y como por arte de magia, permite contaminar por
encima del límite impuesto, blindar el status quo
actual y multiplicar las oportunidades de negocio. ¿Virtuosismo
empresarial? ¿Sinergias del capital? Veámoslo por
partes:
Como hemos llegado a mercantilizar el aire? Pues organizando, una
vez más, la carencia. Los neoliberales han reconocido que
la atmósfera está contaminada porque estamos usando
ese recurso de manera irracional, para acto seguido sostener que
si el aire puro va escaso hay que ponerle precio para que no se
despilfarre. Así, el mercado ha pasado de ser la causa del
problema… a ser su solución. Kyoto es esta pirueta
¿Pero como se transforma el carbono en una mercancía?
“Es simple, y perverso: ya se vio que hay actividades que
liberan carbono (las industrias) y otras que lo extraen (los árboles),
esto es, se produce y se consume, sólo falta ponerle un precio”(1).
Actualmente ronda los 20 dólares por tonelada(2).
El nuevo colonialismo del carbón
Detrás de la retórica verde se esconde un aparheid
climático, un sistema en el cual:
-Se externaliza la responsabilidad, ya que las
reducciones no necesitarán realizarse en su lugar de orígen,
permitiendo a las empresas seguir contaminando donde ya lo hacían
o trasladarse ahí donde salga mas barato; o bien comprar
derechos de emisión en otro lugar, desviando así los
esfuerzos por una reducción en origen.
Trasladando la contaminación a países o regiones con
menores costes laborales, legislaciones mas laxas y sin protocolos
de reducción, se reproduce a escala global lo que sucede
en Inglaterra con el Landfill Allowance Trading Scheme (LATS). Este
plan asigna al mercado la gestión de los residuos urbanos
e industriales. Resultado: El 50% de las incineradoras se ubican
en el 10% mas pobre del país. Y con la ventaja adicional
de “deslocalizar” la responsabilidad política
y poner las decisiones en las “manos invisibles” del
mercado!
-Se pasa la factura al sur o a las próximas generaciones:
El primer Foro Internacional de Pueblos Indígenas y Cambio
Climático ha declarado que “los sumideros de carbono
previstos en los Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL) constituyen
una estrategia global para expropiar nuestras tierras” ¿Por
qué? Porque si los bosques son capaces de capturar dióxido
de carbono de la atmósfera, Kyoto concluye que hay que promover
monocultivos forestales a gran escala. El problema es que esos procesos
de 'compensación' usurparan tierras necesarias para la agricultura,
reemplazaran valiosos ecosistemas nativos, agotaran los recursos
hídricos, aumentaran la inequidad en la tenencia de la tierra,
incrementaran la pobreza y llevaran a la expulsión de los
pobladores locales. No es ciencia ficción, el sinsentido
de “destruir bosques para plantar árboles” ya
es una realidad. La lucha contra las plantaciones y sus impactos
socio-económicos-ambientales se extiende en los países
empobrecidos. Un caso es la empresa brasileña Plantar que
expulsa campesinos para plantar eucaliptos. La resistencia generada
en este caso se ha convertido en la bandera del incipiente movimiento
contra el comercio de emisiones (ver cuadro Plantar S.A. o cuando
los árboles son el enemigo).
Otros MDL en plena expansión son la extracción de
gas de rellenos sanitarios y la de represas hidroeléctricas.
Pero en realidad, “gran parte de la reducción de
los CDM será probablemente hecha por grandes compañías
mediante el ofrecimiento de equipos de combustión de carbón
más limpios a China” (David Elliot, Open University)(3).
Otro mecanismo ampliamente publicitado es el de la “captura
y almacenamiento de carbono”. Lo que se consigue licuificando
el carbono y almacenándolo bajo la tierra o el océano.
El problema es que este sistema esconde la basura debajo la alfombra,
traspasando el riesgo a los pobladores cercanos y a las futuras
generaciones, debido a la alta inestabilidad del carbono licuificado
y a la toxicidad del CO2 en altas concentraciones. Lo mismo se podría
decir de la propuesta de crear árboles transgénicos
para la absorción de carbono (4)
-Es inverificable, porque además no está
nada claro que los árboles absorban realmente el carbono.
En primer lugar porque ese almacenaje es temporal, ya que al acabar
su ciclo vital el carbono vuelve a la atmósfera. En segundo
lugar porque el conocimiento actual sobre el flujo de carbono a
través de la atmósfera, la biosfera y la litosfera
es aún muy limitado. El carbono mineral, mientras permanece
en el suelo, es estable y cuantificable. El carbono biológico
es voluble e incierto. Sin ir mas lejor, la revista Nature
(5)
acaba de publicar un estudio en el que se afirma que las plantas
también producen gas metano, un potente gas de efecto invernadero,
especialmente cuando aumentan las temperaturas. Aunque no por ello
los árboles dejan de ser capturadores netos de carbono, este
dato da una idea de hasta que punto desconocemos el funcionamiento
exacto de Gaia (6).
-Se dispara la falsa contabilidad y se fomenta la corrupción,
ya que el número de créditos que gana cada MDL se
calcula por la diferencia entre el nivel de emisiones que logrará
el proyecto y el nivel de emisiones hipotético en caso de
no hacerse. “Esto sólo puede conducir a arduos conflictos
de interés, causantes de fraudes y, finalmente, a disminuir
las posibilidades de una reducción real de las emisiones,
porque además permite ganar un número casi limitado
de créditos”(7).
PricewaterhouseCoopers o Cantor Fitzgerald, por ejemplo, ya están
jugando simultáneamente el rol de contables de empresas contaminantes,
verificadores de proyectos de reducción de emisiones y consultores.
-Es incoherente, porque no se podrán reducir
significativamente las emisiones si al mismo tiempo las mismas instituciones
internacionales están impulsando un incremento en el uso
de energías fósiles. Las cuentas no salen. El Banco
Mundial, implicado en el Mercado de emisiones con el Fondo Prototipo
de Carbono (PCF) , está apoyando simultáneamente la
construcción de 850 nuevas plantas de carbón en India,
China y EEUU que según Christian Science Monitor, en 2012
emitirán 2.7 billones de toneladas de CO2 anuales. A esas
alturas, los países signatarios de Kyoto deberían
haber reducido sus emisiones en… 483 millones de toneladas!
Por no hablar de la negativa de EEUU a subirse al carro, ya que
en su haber cuenta con un 24% de las emisiones globales, equivalente
a las de los 135 países de la cola. De todos modos, no hace
falta estar fuera de Kyoto para incumplirlo: en Catalunya se acaba
de aprobar un Pla de l’Energia 2006-2015 que prevé
un aumento de las emisiones de entre un 94% y un 127%, radicalmente
lejos del 15% asignado.
-Es insuficiente. David King, jefe de los asesores
científicos del gobierno británico, considera que
el objetivo de evitar un aumento de más de dos grados en
la temperatura media de la atmósfera “es, me temo,
imposible”. Solo para estabilizar la concentración
de gases al doble del nivel existente al inicio de la revolución
industrial… serían necesarios 30 protocolos de Kyoto
(8).
De todos modos, es poco probable que ni siquiera se alcance la reducción
de emisiones acordada. Entre otras cosas porque el mercado de emisiones
ya está empezando a desviarse de su objetivo inicial debido
al bajo precio de los derechos de emisión, pues acaba saliendo
más a cuenta comprar derechos de emisión que invertir
en reducciones reales. A la cabeza de este fenómeno está
el “aire caliente” de Rusia, que revienta los precios
al contar con una enorme cantidad de créditos, asignados
por la enorme superficie boscosa del país. Se entiende ahora
mejor porque Putin accedió en 2005 a adherirse al protocolo?
Todos ganamos?
Según el semanario The Economist “la próxima
revolución verde ya ha empezado. Se sumen o no los grupos
ecologistas, estamos saliendo de una era oscura de costosas, autoritarias
e ineficaces regulaciones ambientales a una nueva edad verde de
gestión innovadora, lúcida y dinámica basada
en el estímulo de la iniciativa”¿Pero alguien
cree que esta “revolución verde” se ha sacado
el boleto ganador por ser menos “ineficaz”? En realidad
es mas probable que se trata de una consecuencia de la correlación
de fuerzas actual. En las negociaciones de Kyoto, la buena nueva
desreguladora de las grandes empresas predicada por decenas de lobbies,
junto a la necesidad de seducir a EEUU -pionero de los mercados
de emisiones con el dióxido de sulfuro (SO2) y los óxidos
de nitrógeno (NOx)- han permitido darle la vuelta a la tortilla
y han seducido a ONG’s y a países muy afectados por
el cambio climático (9).
Si en las primeras negociaciones sobre el clima se hablaba de “controlar
la actividad empresarial”, al final lo que se ha plasmado
es una nueva transferencia del desarrollo sostenible al sector privado,
en la que la nueva Bolsa del carbono adquiere un papel protagonista.
Como advierte Carbon Trade Watch, “el Protocolo de Kyoto afirmaba
que el comercio de emisiones debe ser suplementario a las reducciones
directamente en origen. Sin embargo lo que significa `suplementario´no
ha sido cuantificado todavía…”.
Al final, muchas ONG’s no sólo se han desviado del
objetivo inicial sino que se han posicionado como verificadoras,
lo que legitima al mercado de emisiones y además monopolizará
su tiempo y sus recursos. Y nosotras, dejaremos que el Mercado gané
esta nueva batalla “en las mentes y los corazones”?
PIMIENTO
VERDE
webs aconsejadas
www.carbontradewatch.org
www.sinkswatch.org
www.ipcc.ch
www.postcarbon.org
1 “Cuando Don Dinero
ama los árboles” Carlos Amorín, BRECHA, 21 noviembre
2001. http://www.rebelion.org/ecologia/amorin211100.htm
2 La economía humana emite 7.400 millones
de toneladas de Carbono equivalente por año, una media de
1,2 toneladas/año y persona, pero las responsabilidades son
muy diferentes: la emisión de Carbono equivalente en India
es de 0,3 toneladas/año por persona por 6,1 toneladas/año
por persona en EEUU. http://www.quiendebeaquien.org
3 Mas información sobre proyectos
MDL y sus consecuencias en www.carbontradewatch.org
4 Sobre los árboles transgénicos:
www.mapuexpress.net/?act=publications&id=131.
Sobre transgénicos en general: www.moviments.net/pimientoverde
5 “En un reciente articulo (Nature,
12 de enero del 2006), científicos del instituto Max Planck
de física nuclear, la universidad de Utrecht, los Países
Bajos, y el Ministerio de Agricultura y desarrollo rural para Irlanda
del Norte, revelaron que las plantas producen metano, gas de invernadero
(…) Sin embargo, las ventajas climáticas ganadas con
el secuestro del carbono por la repoblación forestal exceden
con mucho, el efecto negativo relativamente pequeño, que
puede reducir el efecto de la respuesta del carbono hasta en un
4 por ciento”. www.eluniversal.com.mx/articulos/27996.html
6 Mas información en www.globalizate.org/monbiot240106.html
7 “El Cielo no es el Limite: el mercado
emergente de gases efecto invernadero. Carbon Trade Watch, 2002.
disponible en http://www.carbontradewatch.org/pubs/skycast.pdf
8 Por ejemplo, el Protocolo de Kyoto no incluye
a la industria aeronáutica, que de todas las que contribuyen
a la emisión de gases de efectos invernadero es la que está
creciendo más rápidamente
9 Greenpeace es uno de los mas importantes
garantes del Protocolo de Kyoto. Aunque la organización también
señala las deficiencias del tratado, según Carbon
Trade Watch “la cada vez más silenciosa oposición
de Greenpeace al comercio de emisiones y su apoyo táctico
a las compañías que apoyan el Protocolo de Kyoto ha
sido la mayor victoria ideológica de sofisticados grupos
de presión empresarial”. Sin embargo, Greenpeace insiste
en las posibilidades que brinda el nuevo marco, y defiende que “los
únicos MDL aceptables son aquellos basados en energías
renovables y mejoras en la eficiencia energética” y
que “hay que prevenir el mal uso y abuso del comercio de emisiones”.
Greenpeace, junto a otras organizaciones anima el monitoreo de los
MDL en www.cmdwatch.org
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